SIN VERGÜENZA...

JAVI: QUÍTATE LA CAMISETA
Hola, Javi:
Ya sé que antes no ponía la coma entre el "hola" y el "Javi" pero es que el curso de redacción eficaz me tiene casi tan fascinada como tus biceps, guapetón. Que quieres que te diga, cada vez que pasas por mi lado a ver si tengo papel para la tritu, me pongo cardiaca.Tú no te das cuenta, no sé si son las dioptrías o que no eres consciente de lo bueno que estás, pero estoy que no me concentro, no sé si le he mandado una carta a un cliente o he verificado un contrato, y lo peor son mis compañeras: las lobas. Ellas hacen como que no se han fijado en tus músculos, pero las conozco, te acechan, están esperando cualquier descuido para ofrecerte las entradas de Faunia, que irán contigo, te dirán a última hora, saben lo de tu sensibilidad por los derechos de los animales, tu rollo con la comida macrobiótica y ese afán por apuntarte a todos los maratones.Eres mi ídolo, Javi, yo no corro nunca, pero si me lo pides, te recorro entero hasta dejarte sin aliento. Venga, no seas así, mientras encuentras el amor, podemos pasarnos las noches buscándonos entre la ropa, hasta que la luz nos despierte, o la vecina del quinto, me da igual, como si llegamos al curro sin dormir.
¡Qué ya no puedo estar más tiempo sin tus brazos, chiquillo!Estoy tan desesperada por morderte que no sé como decírtelo, en presente, en pasado, en pluscuamperfecto o con faltas de ortografía. Quiéreme un poquito, Javi, ahora que la jefa se ha ido puedo deslizar mi lengua entre tus gafas, besarte las pestañas y sujetarte bien fuerte la cintura hasta despojarte de tu camiseta, por favor, quítatela ya, que pasan los días y tengo que pedirme las vacaciones, y sin ti no voy ni a Móstoles, bracitos, que estoy rendida y no me queda voluntad.
Quítatela, Javi, o me sancionarán por acoso, y no me voy de la empresa sin derribarte, compañero, eso lo saben hasta en San Petersburgo. Te quiero, Javi, te quiero sin ropa, ¡ya!